Povoado Fortificado de Cossourado
Sítios Arqueológicos
Como tierra fértil que es, Paredes de Coura y, más concretamente la cuenca superior del río Coura, desde sus orígenes vio florecer a un gran número de poblados fortificados, normalmente situados en zonas altas, con buenas condiciones de defensa y visibilidad.Podemos encontrar uno de estos interesantes castros en Cossourado, que se extiende por unas diez verdosas hectáreas. Era aquí donde, entre los siglos V y II a.C., nuestros antepasados vivían, trabajaban el hierro, araban los campos y pastaban el ganado… Era también aquí donde se dedicaban a actividades productivas secundarias, como la hilatura, la alfarería, la tejedura y la molienda, como así lo corrobora el variado patrimonio arqueológico aquí encontrado. Un bullicio diario que se prolongó hasta poco antes de la ocupación romana, época en la que este poblado fue abandonado, precisamente para evitar la invasión de las legiones romanas.Recorra el lugar de cabo a rabo, quedará sorprendido con el buen estado de las estructuras habitacionales —de planta circular y alargada, construidas alrededor de un torreón central y protegidas por un sistema defensivo con dos murallas—, resultado de la intensa restauración de la que fueron objeto. Asimismo, nos saltan a la vista dos pequeñas cabañas con tejados de paja, que fueron reconstruidas durante las obras de recalificación. Un lugar lleno de misticismo que le hará desear retroceder en el tiempo… ¿Y por qué no? ¡Es aquí donde, en el solsticio de verano, se realiza una reconstrucción en la que vale la pena participar! Con derecho a música celta, una cena tradicional, espectáculos ecuestres y otras recreaciones históricas… ¡Revivir el día a día de nuestros antepasados en un típico poblado de castro es, sin lugar a dudas, una experiencia que no olvidará!