Santuário da Peneda
Património Religioso
En el Santuario de Nuestra Señora de la Peneda, lo terrenal y lo divino se encuentran en armoniosa sintonía. Situado en un valle profundo, a la sombra de árboles centenarios y de un gran macizo rocoso, está en perfecto equilibrio con la naturaleza. Este espacio mágico, puro y espiritual recibe cada año miles y miles de peregrinos que acuden aquí en busca de paz interior. El templo fue construido entre finales del siglo XVIII y el siglo XIX. Cuando suba las escaleras en dirección a la iglesia, fíjese en cuatro elegantes estatuas. Representan la Fe, la Esperanza, la Caridad y la Gloria. En la puerta se puede ver la insignia del santuario: la Escalera de las Virtudes. Escalón a escalón, encontrará en los descansillos pequeñas capillas que muestran escenas de la vida de Cristo. Antes de descender los últimos peldaños de la escalera, entrará en una plaza circular, con un pilar en el centro regalo de la reina Doña María I. Si visita la Peneda, pruebe a alojarse frente al santuario y disfrute de todo este entorno natural. Hay numerosas rutas de senderismo o actividades extremas para liberar emociones. Seguro que quedará encantado por la hospitalidad siempre acogedora de la gente del Alto Minho.