Paisagem Protegida do Corno de Bico – CEIA

La zona del Paisagem Protegida do Corno do Bico, al igual que el Parque Nacional de Penede-Gerês, es uno de los pocos rincones naturales del país donde la vegetación es prácticamente virgen. Su belleza es inimaginable para quien nunca haya caminado por estas tierras… Al recorrer sus cerca de 2170 hectáreas —de hecho, el 91 % de este territorio pertenece al municipio de Paredes de Coura—, sentirá un auténtico santuario natural… ¡La imponencia y pulcritud de sus elementos no le dejarán indiferente!Después de que, en 1999, fuera declarada área de paisaje protegido, en 2007 se inauguró el CEIA – Centro de Educação e Interpretação Ambiental, en la localidad de Chã de Lamas. En este centro interpretativo podemos solicitar información que ayude a entender este magnífico territorio de múltiples facetas, así como asistir a conferencias relacionadas con el mismo tema en su auditorio. Si desea pasar la noche aquí, puede solicitar alojamiento en la Casa do Professor o en una de las habitaciones comunes. Para matar el hambre, también tiene a su disposición una cantina con cocina y comedor.Parta a descubrir este vasto y heterogéneo territorio, subiendo a la cumbre del Corno de Bico —cuyo punto más alto se encuentra a unos 883 metros— para después descender, pasando por grandes aglomeraciones de bloques de granito y densos cursos de agua que, en algunas zonas, forman pequeñas lagunas, como la Lagoa da Salgueirinha, uno de los nacientes del río Coura.Por el camino, observe atentamente la riqueza de su biodiversidad: a nivel florístico existen 72 especies inventariadas, donde destacan la turbera de Lameiro das Cebolas, la drosera —un raro espécimen de planta carnívora—, las bolas de algodón, la árnica y el haba de agua. El lugar también es conocido por la abundancia de setas que aquí podemos encontrar. Son cerca de 35 especies, muy aprovechadas por los lugares para fines alimenticios y medicinales. En relación con la fauna, ¡la variedad tampoco le decepcionará! Aquí podemos encontrar la perdiz común, la curruca, el aguilucho, el conejo de monte, la víbora cornuda, el azor, el gavilán, el pito real, el murciélago, el corzo y, como no podría faltar, ¡el lobo!Pasee, admire, saque fotos, pero no lo olvide: siempre respetando y no alterando este maravilloso y armonioso espacio de rara belleza natural...