Paço do Outeiral
Solares e Casas Senhoriais
Buscándose un fin de semana relajante, una pareja de turistas sube las escaleras con sus maletas hacia la recepción. Es una mañana soleada de primavera semejante a muchas otras en esta quinta de finales del siglo XVII, que fue convertida en hotel en 1997.Esta pareja que ahora llega va a descansar en el mismo sitio donde peregrinos, llenos de fe y esperanza pero exhaustos, recargaban energías antes de regresar a la carretera. El camino que les llevaba a Santiago de Compostela es contiguo al Paço. Cerrando los ojos, todavía podrá imaginar estos peregrinos, envueltos en sus cánticos, atravesando los viñedos, disfrutando del paisaje verde con el río al fondo o rezando en el convento de Santa Ana, que aquí habrá existido en el siglo XVII.Para ellos, que ahora descansan eternamente, la arquitectura revivalista neobarroca de la quinta o sus setenta mil metros cuadrados no tienen ningún significado. Para los que ahora aquí reposan, la memoria de este antiguo albergue también es fugaz, si no fuera por los paneles informativos que ayudan a trasponer ese puente efímero con el pasado. La Casa do Presidente, los antiguos hórreos o la capilla son locales sencillos donde hacer fotos para recordar un fin de semana bien pasado.